Conducir bajo la lluvia no solo exige mayor precaución, sino también un mantenimiento adecuado del vehículo, especialmente de las llantas. En esta guía te contamos cómo unos buenos neumáticos pueden marcar la diferencia entre un trayecto seguro y uno lleno de riesgos durante la temporada de lluvias.
1. Revisa la profundidad del labrado
Una de las funciones principales del labrado es desalojar el agua para mantener el contacto entre la llanta y el pavimento. Si tus llantas tienen un labrado desgastado, aumenta el riesgo de aquaplaning, lo que puede hacerte perder el control del vehículo. La profundidad mínima legal del labrado es de 1.6 mm, pero se recomienda reemplazarlas antes de alcanzar ese límite. Puedes usar una moneda o un medidor de profundidad para hacer esta revisión.
2. Verifica la presión de inflado
La presión correcta de las llantas no solo mejora la duración del neumático, también es esencial para una conducción estable en pavimentos mojados. Una llanta con presión baja o excesiva tiene menos capacidad de tracción. Revisa la presión al menos una vez al mes y siempre que haya cambios de temperatura o estaciones. Consulta el manual de tu vehículo para conocer la presión recomendada.
3. Revisa el estado general de tus llantas
Antes de conducir bajo la lluvia, asegúrate de que tus llantas no tengan grietas, deformaciones o desgaste irregular. Estos signos pueden afectar el agarre y la estabilidad del auto, especialmente en curvas o frenadas. Si detectas algún daño visible, es momento de acudir a un profesional o considerar el cambio.
4. Considera llantas especiales para clima húmedo
En regiones con lluvias frecuentes, usar llantas diseñadas para condiciones húmedas puede mejorar significativamente el desempeño. Estas llantas tienen canales más profundos y compuestos que ofrecen mejor adherencia en superficies mojadas.
5. No descuides el alineamiento y balanceo
Un mal alineamiento puede provocar desgaste irregular, lo que afecta la tracción en lluvia. El balanceo, por su parte, evita vibraciones y mejora el contacto entre llanta y suelo. Realiza estas revisiones de forma periódica para prolongar la vida útil de tus neumáticos y mantener un manejo seguro.
Con pequeños hábitos de revisión y el mantenimiento adecuado de tus llantas, puedes conducir con mayor tranquilidad durante la temporada de lluvias. ¿Necesitas asesoría para elegir las mejores llantas según tu vehículo y el clima? Escríbenos por WhatsApp
