El labrado —o dibujo— de una llanta es mucho más que un patrón estético. Se trata del diseño de surcos y bloques que le da al neumático la capacidad de evacuar agua, mejorar el agarre y mantener la estabilidad del vehículo. Conocer la profundidad del labrado y revisar su estado con regularidad no es opcional: influye directamente en la seguridad, en el consumo de combustible y en la vida útil de tus llantas.
¿Por qué es importante la profundidad del labrado?
Cuando conduces sobre asfalto mojado, los surcos del labrado canalizan el agua y evitan el aquaplaning. Si el dibujo está demasiado gastado, la llanta se “monta” sobre la película de agua y pierde tracción. Esto incrementa la distancia de frenado y el riesgo de derrape, especialmente a velocidades altas.
Límite legal y recomendaciones
En la mayoría de países, la profundidad mínima legal está fijada en 1,6 mm. Sin embargo, los especialistas recomiendan reemplazar los neumáticos antes de llegar a ese límite. A partir de 3 mm el rendimiento en mojado ya se reduce notablemente, y con 2 mm la capacidad de frenado puede empeorar hasta un 25 %.
¿Cómo medir el labrado de tus llantas?
- Profundímetro: La herramienta más precisa. Coloca la sonda entre los bloques de la banda de rodadura y lee la escala.
- Indicadores TWI (Tread Wear Indicator): Pequeñas barras de goma ubicadas en los surcos principales. Si están al ras con la superficie, la llanta ha llegado al mínimo legal.
- Prueba de la moneda: Introduce el borde de una moneda de 500 pesos colombianos en el surco. Si ves la corona del diseño, el labrado es insuficiente.
Desgaste irregular y sus causas
- Bordes exteriores gastados: presión baja.
- Centro desgastado: exceso de presión.
- Parches o cuñas: problemas de balanceo o suspensión.
- Desgaste diagonal o en serrucho: mala alineación.
Reconocer estos patrones te ayuda a corregir la causa antes de que la llanta pierda rendimiento. Rotar, balancear y alinear cada 8 000–10 000 km prolonga la vida útil del labrado y mantiene la conducción segura.
Cuándo cambiar tus llantas
Si la profundidad es inferior a 3 mm en llantas de verano, si observas grietas o deformaciones en los flancos, o si notas vibraciones inusuales, es momento de pensar en un reemplazo. Recuerda que las llantas también envejecen: pasados 5 años desde la fecha de fabricación (código DOT), conviene inspeccionarlas anualmente, incluso si el labrado parece aceptable.
Conocer y cuidar el labrado de tus llantas no solo optimiza el desempeño del vehículo; también protege tu vida y la de quienes viajan contigo. ¿Necesitas asesoría para elegir el neumático adecuado? Escríbenos por WhatsApp +57 305 468 94 00 y recibe atención de expertos.
